“La formulación de un problema es mas importante que su solución” – Albert Einstein
Cada vez es más común escuchar acerca de proyectos complejos, en los que se pierde el control de este, consumiendo recursos de la empresa y generando frustración en el equipo de proyecto y sus interesados. Este tipo de proyectos representa un problema para las organizaciones dado impide lograr los objetivos trazados en los tiempos esperados, es por ello que se hace necesario entender la complejidad y con ello generar acciones que permitan gestionar el proyecto de la mejor manera posible.
¿Qué hace complejo un proyecto?
Para poder entender mejor la complejidad comencemos por conocer la definición de esta, lo que nos dice la RAE es:
Que se compone de diversos elementos
Complicado (enmarañado, difícil)
Enmarañado, de difícil comprensión
Compuesto de un gran número de piezas
Dicho de una persona: Cuyo carácter y conducta no son fáciles de entender
La definición de “complejo” está estrechamente relacionada a la de “complicado”, de esta definición podemos extraer dos conceptos importantes: a) múltiples elementos o piezas y b) difícil comprensión.
A lo largo del tiempo se han desarrollado diferentes enfoques para determinar la complejidad de un proyecto, en la mayoría de ellos se resaltan los riesgos y los factores de incertidumbre; todos estos enfoques tienen algo en común: El desconocimiento, ya sea en uno o varios aspectos que componen el proyecto y su entorno.
¿Cómo enfrentamos la complejidad?
Si pensamos en la complejidad como un problema entonces debemos comenzar buscando una manera de formularlo, y para esto hemos descompuesto la complejidad de los proyectos en 6 ámbitos que según mi experiencia permite analizarlo desde diferentes perspectivas y de una manera estructurada, de esta manera podemos identificar en cual ámbito se genera mayor incertidumbre y con ello ser capaces de tomar acciones enfocadas para tener un mejor control sobre los resultados, haciendo que el proyecto sea entendible y gestionable, y porque no: exitoso.
En el siguiente gráfico se muestran estos 6 ámbitos y su descripción:
Cada uno de estos ámbitos tiene un desglose de factores y las respectivas estrategias que se pueden aplicar para reducir la complejidad e incertidumbre del proyecto; no necesariamente el PM es el responsable de ejecutar todas las acciones que se definan, pero si el responsable de identificar junto con el equipo cuales son los ámbitos de complejidad que están afectando el proyecto y levantarlo de manera adecuada en su organización para generar la o las respuestas correspondientes; es clave el trabajo colaborativo y el saber escuchar al equipo e interesados, tomando sus puntos de vista y propuestas como parte del proceso.
Mientras menos factores sean los desconocidos, mayor será probabilidad de gestionar mejor la complejidad del proyecto; debemos tener en consideración que todos los proyectos tienen fortalezas y son estas fortalezas las que debemos utilizar como base para gestionar el proyecto; es decir, enfocarnos en sus fortalezas e identificar los ámbitos y elementos de complejidad que mayor impacto tienen en el proyecto, debemos partir de la premisa que no existen condiciones ideales.
La complejidad en los proyectos no es una característica única de los proyectos grandes, la complejidad puede presentarse también en proyectos “pequeños”, estoy seguro que han visto o participado alguna vez de un proyecto “pequeño” o “corto” de solo unas pocas semanas que finalmente se extiende por varios meses, convirtiéndose en una pesadilla para todos.
El lograr convertir proyectos complejos en proyectos manejables y llevar los aprendizajes para el siguiente proyecto, es una característica que desarrollará nuestras competencias e impulsará nuestra carrera gestionando proyectos, programas y portafolios
¿Cual es tu experiencia con proyectos complejos?
Commenti